Bioplástico con sello Autónomo

 

El proyecto ‘Procedimiento para generar bioplástico a base de biomoléculas presentes en residuos del banano y otras frutas’, de Luz Marina Flórez, profesora de la facultad de Ingeniería, Javier Jurado, auxiliar de Laboratorio de Bioprocesos y Procesos Ambientales y docente hora cátedra, y Laura Arenas y Javier López, egresados del programa de Ingeniería Ambiental, ganó la convocatoria InnovActiva del Centro de Innovación Reddi, junto a otros cuatro desarrollos tecnológicos de todo el país.
Este bioplástico, compuesto por materiales de origen natural y completamente biodegradables, es multiusos con utilidades para la manipulación de materiales de riesgo bilógico, así como para el sector alimenticio en la fabricación de empaques para alimentos y el sector agrícola para el cubrimiento de cultivos con el fin de evitar el crecimiento de maleza.
También se puede usar como envoltura para las plantas de viveros, permitiendo su plantación sin necesidad de retirar esta cobertura, ya que el material es permeable al agua y oxígeno.
Por ser escogido como ganador, el proyecto recibirá un plan de negocio y el diseño de la ruta de comercialización de la tecnología, entre febrero y marzo del año 2019,  el cual cuenta con los siguientes beneficios:
• Vigilancia tecnológica: proceso de recolección de información mediante una búsqueda de tecnologías similares.
• Estudio de mercado: estado del mercado nacional e internacional.
• Valoración de la tecnología: estimación del potencial económico de la tecnología.
Cada año Reddi realiza una convocatoria para identificar y mapear las tecnologías de la región, con el fin de acompañar a sus inventores a diseñar y ejecutar la mejor estrategia para su comercialización, ayudando a que el conocimiento generado atienda las demandas y oportunidades del sector productivo.

El origen del bioplástico

La idea de este proyecto se dio durante el curso del programa de Ingeniería Ambiental ‘Aprovechamiento de la biomasa’, en un semillero de investigación que lleva su mismo nombre, en el que cada semestre se pide a los estudiantes realizar un análisis de caracterización morfológica, física y química de un residuo vegetal y con base en este deben de proponer posibilidades de uso.
Es así como la profesora Luz Marina Flórez había descubierto en el Laboratorio de Bioprocesos junto con Javier Jurado y los estudiantes Laura Arenas y Javier López que de biomoléculas presentes en residuos del banano y otras frutas, se podía generar un plástico biodegradable. El bioplástico pasó un arduo proceso para finalmente lograr el resultado con el que resultó beneficiado de la convocatoria InnovActiva de Reddi.
“Nos dimos cuenta que este tipo de material no tiene presencia a nivel internacional y en este momento tenemos varias empresas tanto locales, nacionales e internacionales interesadas en este bioplástico”, señaló la profesora Luza Marina Flórez.
Actualmente, el ‘Bioplástico a base de biomoléculas presentes en residuos del banano y otras frutas’, se encuentra en proceso de patente, gracias a una convocatoria de Colciencias del año 2016, en la que el proyecto resultó ganador.
Asi mismo, está idea está involucrada dentro del talento SENA, en la que se intenta cambiar la metodología para que sea más eficaz la producción de láminas de un solo uso, con el fin de industrializarla.